Málaga romana: qué ver en la ciudad y provincia para descubrir su legado histórico
Cuando pensamos en Málaga, muchas veces nos vienen a la mente sus playas, su ambiente cosmopolita o su oferta cultural contemporánea con museos como el Picasso o el Pompidou. Sin embargo, la capital de la Costa del Sol es también una ciudad con más de dos milenios de historia, y buena parte de esa historia está marcada por el legado romano.
Legado romano
La antigua Malaca fue un enclave fundamental en la Hispania romana, un puerto próspero en el Mediterráneo occidental donde convivieron el comercio, la vida urbana y una intensa actividad cultural. Hoy, paseando por sus calles o explorando la provincia, todavía podemos encontrar huellas de ese pasado: teatros, termas, factorías de salazón o mosaicos que nos trasladan a otra época.
En este recorrido vamos a descubrir qué ver en Málaga si te interesa lo romano, desde los lugares más conocidos en la capital hasta restos repartidos por la provincia que muestran cómo vivían, trabajaban y disfrutaban los habitantes de Malaca hace casi dos mil años.
El Teatro Romano de Málaga
El gran icono romano de la ciudad es sin duda el Teatro Romano, situado a los pies de la Alcazaba, en pleno centro histórico. Fue construido en tiempos de Augusto, en el siglo I d.C., y durante mucho tiempo fue el principal espacio de ocio para los malacitanos.
El teatro estuvo en uso hasta el siglo III y posteriormente algunas de sus piedras se reutilizaron para la construcción de la Alcazaba árabe. Redescubierto en 1951, hoy se puede visitar junto a un Centro de Interpretación que explica su historia y la importancia de los teatros en la vida romana.
La visita permite recorrer las gradas (cavea), la orquesta y parte de la escena, además de disfrutar de un entorno único donde se mezclan los restos romanos con la fortaleza islámica posterior. En verano, incluso se organizan espectáculos y representaciones que evocan su antiguo uso.
Las Termas Romanas de Málaga
Aunque menos conocidas que el teatro, en Málaga también existieron termas romanas, espacios dedicados al baño y la vida social. En la calle Trinidad Grund, muy cerca del centro, se han hallado restos de unas termas de época altoimperial que muestran cómo los romanos concebían el baño no solo como higiene, sino como un acto social y cultural.
Los restos arqueológicos muestran las estructuras típicas de unas termas: caldarium (sala caliente), tepidarium (sala templada) y frigidarium (sala fría). Aunque no son visitables en su totalidad, forman parte del patrimonio romano de la ciudad y suelen incluirse en rutas guiadas especializadas.
Factorías de salazón y la industria del garum
Málaga, como otras ciudades costeras romanas, prosperó gracias a la industria del garum, una salsa de pescado fermentado muy apreciada en todo el Imperio. Los restos de factorías de salazón se han encontrado en varios puntos de la ciudad y la provincia, lo que demuestra la importancia económica de este producto.
En el Museo de Málaga, instalado en el Palacio de la Aduana, se exponen ánforas, útiles de pesca y elementos relacionados con esta industria. También en el Parque Arqueológico del Cerro del Villar, aunque fenicio en origen, se han documentado fases romanas vinculadas al comercio marítimo.
La villa romana de Río Verde (Marbella)
Si ampliamos la mirada a la provincia, uno de los conjuntos romanos más espectaculares es la Villa Romana de Río Verde, situada en Marbella, muy cerca del mar.
Esta villa, del siglo I d.C., conserva impresionantes mosaicos que decoraban sus suelos. Uno de los más curiosos es el conocido como “Mosaico de los Trabajos de Hércules”, en el que se representan escenas mitológicas. Otro destaca por su carácter gastronómico: utensilios de cocina y alimentos que nos dan pistas sobre las costumbres culinarias de los romanos.
La villa muestra cómo era la vida de las élites romanas en la costa malacitana: residencias con patios, mosaicos decorativos, termas privadas y proximidad a la costa para aprovechar los recursos marítimos.
Las termas de Las Bóvedas (San Pedro de Alcántara)
También en Marbella, en San Pedro de Alcántara, se encuentran las Termas de Las Bóvedas, del siglo II d.C. Se trata de uno de los ejemplos más completos de arquitectura termal romana en Andalucía.
Su nombre proviene de las bóvedas que cubrían las distintas estancias, y aunque parte del conjunto está en ruinas, aún se distinguen perfectamente las salas y su sistema de calefacción. Estaban situadas junto a la vía Augusta, lo que facilitaba el acceso a viajeros y comerciantes.
La villa romana de Las Bóvedas y la basílica paleocristiana de Vega del Mar
En la misma zona de San Pedro de Alcántara se conserva otro importante enclave: la Villa Romana de Las Bóvedas, un conjunto residencial junto a la costa que se relaciona con las termas mencionadas.
Muy cerca, ya en época tardorromana, se levantó la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar, que muestra la transición entre la Málaga romana y la visigoda. Se trata de uno de los ejemplos más antiguos de cristianismo en la península, con restos de una basílica y una necrópolis.
Acinipo, la “Ronda la Vieja”
Si nos adentramos en el interior de la provincia, merece una visita el yacimiento de Acinipo, conocido como “Ronda la Vieja”. Situado en la Serranía de Ronda, fue una ciudad romana floreciente entre los siglos I y III d.C.
El elemento más destacado es su teatro romano, excavado en la roca y con capacidad para unos 2.000 espectadores. A diferencia del teatro de Málaga, este se conserva en un entorno rural, lo que permite imaginar cómo sería la vida en una ciudad romana del interior.
Además del teatro, en Acinipo se han hallado restos de viviendas, una necrópolis y una muralla. El paisaje que lo rodea, con vistas espectaculares a la sierra, hace que la visita sea doblemente atractiva.
El Museo de Málaga: un viaje a Malaca
Para comprender de manera global la historia romana de la ciudad, una parada imprescindible es el Museo de Málaga, ubicado en el Palacio de la Aduana. En su sección arqueológica se exhiben piezas procedentes de excavaciones locales: esculturas, mosaicos, cerámicas y objetos cotidianos que muestran cómo era la vida en Malaca.
Entre las piezas más llamativas se encuentran inscripciones romanas, restos de sarcófagos y ánforas utilizadas en el transporte de vino, aceite y garum.
Rutas romanas en Málaga
Hoy en día, tanto la capital como la provincia ofrecen rutas temáticas que permiten recorrer los principales vestigios romanos. Desde el Teatro Romano y las factorías de garum en la ciudad hasta las villas y termas de la costa o el yacimiento de Acinipo, los viajeros interesados en la historia antigua pueden planificar varios días de exploración.
En algunos municipios, como Marbella o San Pedro de Alcántara, existen centros de interpretación que ayudan a contextualizar las visitas, y en verano se organizan actividades culturales como representaciones teatrales o jornadas de recreación histórica.
Málaga romana, un viaje al pasado
El legado romano en Málaga es mucho más que un conjunto de ruinas. Es la memoria de una ciudad que fue clave en el Mediterráneo, un puerto donde se comerciaba con todo tipo de productos y donde la vida cultural y social se desarrollaba con intensidad.
Visitar los restos romanos de Málaga es comprender cómo vivían sus antiguos habitantes, cómo disfrutaban del teatro, cómo se bañaban en las termas, cómo trabajaban en las factorías de salazón y cómo decoraban sus villas junto al mar. Es, en definitiva, sumergirse en los orígenes de una ciudad que hoy sigue siendo vibrante y abierta al mundo.