El boom del coliving y el cohousing en España: nuevas formas de compartir vivienda

La forma de vivir está cambiando en España. La dificultad para acceder a la vivienda, los cambios sociales y la búsqueda de nuevos modelos más sostenibles han impulsado el auge de dos fórmulas que cada vez ganan más protagonismo: el coliving y el cohousing.

Aunque ambos conceptos parten de la idea de compartir espacios y fomentar la vida en comunidad, tienen diferencias importantes y se dirigen a perfiles distintos. Lo que comparten es que ofrecen una alternativa real a los problemas actuales del mercado inmobiliario, a la soledad y al individualismo de la vida urbana.

Qué es el coliving

El coliving es una fórmula habitacional pensada especialmente para jóvenes profesionales, estudiantes y nómadas digitales. Consiste en alquilar una habitación privada dentro de un edificio o residencia en la que se comparten zonas comunes como cocinas, salones, gimnasios o espacios de coworking.

Más allá de la vivienda, el coliving ofrece servicios incluidos (wifi, limpieza, suministros) y la posibilidad de integrarse en una comunidad de personas con intereses similares. Es un modelo flexible, pensado para estancias de meses, que responde a la movilidad laboral y al estilo de vida de las nuevas generaciones.

En España, el coliving ha crecido de manera notable en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga, donde la presión del mercado de alquiler y la llegada de trabajadores internacionales ha generado una gran demanda de este tipo de alojamientos.

Qué es el cohousing

El cohousing, por su parte, está orientado a quienes buscan una forma de vida más estable y comunitaria. Se trata de comunidades intencionales en las que los vecinos diseñan y gestionan de manera conjunta un conjunto de viviendas privadas, combinadas con espacios comunes como comedores, jardines, salas de actividades o lavanderías.

El cohousing suele desarrollarse bajo fórmulas cooperativas, y su objetivo principal es fomentar la convivencia, la colaboración y el apoyo mutuo. Aunque puede aplicarse a distintos perfiles, en España ha tenido especial éxito entre personas mayores que desean envejecer en comunidad, evitando la soledad y manteniendo su autonomía.

Factores que explican su auge en España

El crecimiento del coliving y el cohousing en España se explica por varios factores:

En primer lugar, la dificultad de acceso a la vivienda. Los precios de compra y alquiler han alcanzado niveles que hacen inviable la emancipación temprana de los jóvenes. Modelos como el coliving ofrecen una alternativa más asequible y flexible.

En segundo lugar, el cambio en las dinámicas sociales y laborales. La movilidad laboral, el auge del teletrabajo y la llegada de nómadas digitales han creado una demanda de soluciones residenciales adaptadas a estancias temporales y a la convivencia.

Por último, el envejecimiento de la población ha impulsado el cohousing como respuesta a la necesidad de nuevas fórmulas para cuidar de los mayores, evitando la institucionalización en residencias tradicionales.

Ventajas del coliving para los jóvenes

El coliving ofrece múltiples beneficios para las nuevas generaciones. Permite acceder a viviendas en zonas céntricas de grandes ciudades a un coste más bajo que el de un alquiler individual. Además, elimina preocupaciones como los contratos largos, las facturas o los gastos de mantenimiento.

Otro aspecto importante es el sentido de comunidad. En un contexto en el que la soledad urbana es cada vez más común, el coliving favorece la creación de redes sociales, profesionales y personales. Esto lo convierte en una opción muy atractiva para jóvenes que se mudan a una ciudad nueva o para nómadas digitales que buscan integrarse rápidamente.

Ventajas del cohousing para los mayores

El cohousing se presenta como una solución innovadora para las personas mayores que no quieren envejecer solas ni en residencias convencionales. Ofrece viviendas privadas que garantizan la independencia, pero dentro de una comunidad donde existe apoyo mutuo, actividades compartidas y servicios comunes.

Esto favorece el bienestar emocional, reduce la soledad y fomenta un envejecimiento activo. Además, la gestión cooperativa permite abaratar costes y adaptar las instalaciones a las necesidades específicas de sus residentes.

Ejemplos en España

En ciudades como Madrid y Barcelona se han desarrollado proyectos de coliving impulsados por empresas privadas y plataformas internacionales. En Málaga y Valencia también se han consolidado como destinos atractivos para nómadas digitales, gracias a su clima y su conexión internacional.

En cuanto al cohousing, destacan proyectos como Trabensol en Madrid o Convivir en Cuenca, comunidades formadas por personas mayores que gestionan de manera conjunta sus viviendas y espacios comunes. Estos ejemplos muestran que no se trata de una moda pasajera, sino de un modelo con gran potencial de crecimiento.

Retos y críticas

A pesar de sus ventajas, estos modelos también enfrentan críticas y desafíos. En el caso del coliving, algunos señalan que los precios no siempre son tan asequibles como se anuncia y que pueden contribuir a la gentrificación en barrios céntricos.

El cohousing, por su parte, requiere una fuerte implicación de los residentes y una inversión inicial considerable, lo que limita su alcance a ciertos perfiles. Además, ambos modelos dependen de un marco legal claro que aún está en desarrollo en España.

El futuro de las viviendas compartidas

Todo indica que el coliving y el cohousing seguirán creciendo en los próximos años en España. Su éxito dependerá de la capacidad de adaptarse a las necesidades reales de la población, de ofrecer precios justos y de contar con un marco regulatorio que garantice su sostenibilidad.

En cualquier caso, lo que está claro es que estos modelos responden a nuevas formas de entender la vivienda. Frente al individualismo y las dificultades de acceso, proponen comunidad, colaboración y flexibilidad.

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