Cavitación: qué es, cómo funciona y cuáles son sus beneficios
En los últimos años, la cavitación estética se ha convertido en uno de los tratamientos más demandados en centros de belleza y medicina estética. Es una técnica no invasiva que promete reducir grasa localizada y mejorar el aspecto de la piel, sin necesidad de cirugía. Pero ¿qué es realmente la cavitación?, ¿cómo funciona?, ¿qué resultados ofrece y qué precauciones hay que tener en cuenta?
¿Qué es la cavitación?
La cavitación es un tratamiento estético no quirúrgico que utiliza ultrasonidos de baja frecuencia para actuar sobre el tejido adiposo. Estos ultrasonidos generan microburbujas en el interior de las células grasas, que al implosionar rompen la membrana del adipocito (la célula que almacena grasa).
La grasa liberada se transforma en una sustancia líquida (triglicéridos), que posteriormente el organismo elimina a través del sistema linfático y urinario.
Por eso, la cavitación se considera una alternativa no invasiva a la liposucción, aunque con resultados más progresivos y naturales.
¿Para qué sirve la cavitación?
Este tratamiento se centra en la reducción de grasa localizada y la mejora estética de la piel. Sus principales usos son:
- Eliminar grasa localizada en zonas como abdomen, muslos, flancos, brazos o glúteos.
- Mejorar el aspecto de la celulitis, reduciendo el “efecto piel de naranja”.
- Reafirmar y remodelar la silueta.
- Reducir volumen corporal en áreas concretas.
No es un tratamiento para perder peso de forma general, sino para trabajar zonas específicas donde la grasa es más resistente al ejercicio y la dieta.
Cómo es una sesión de cavitación
Una sesión de cavitación es indolora y suele durar entre 30 y 60 minutos, según la zona a tratar. El procedimiento es el siguiente:
- El especialista aplica un gel conductor en la piel.
- Se utiliza un manípulo de ultrasonidos que se desliza por la zona con movimientos circulares.
- El paciente puede escuchar un ligero zumbido interno, efecto normal del ultrasonido.
- Al terminar, se suele combinar con presoterapia o drenaje linfático, para favorecer la eliminación de grasas.
Los resultados no son inmediatos, pero tras varias sesiones (normalmente entre 6 y 12) se aprecia una reducción visible de volumen y una mejora en la textura de la piel.
Beneficios de la cavitación
- No invasiva: no requiere cirugía, anestesia ni tiempo de recuperación.
- Indolora y segura: la mayoría de pacientes solo nota calor o un pequeño zumbido.
- Resultados progresivos y naturales: reducción de centímetros y mejora estética.
- Complementaria: puede combinarse con ejercicio, dieta y otros tratamientos como la presoterapia o la radiofrecuencia.
Recomendaciones antes y después de la cavitación
Para maximizar los resultados, se recomienda:
- Hidratarse bien (beber al menos 2 litros de agua al día) antes y después de cada sesión, para facilitar la eliminación de grasa.
- Seguir una dieta equilibrada y baja en grasas.
- Practicar ejercicio físico regularmente.
- Combinar con drenaje linfático para mejorar la eficacia.
Contraindicaciones
Aunque la cavitación es segura, no está indicada para todas las personas. Está contraindicada en:
- Embarazo y lactancia.
- Personas con problemas renales o hepáticos graves.
- Pacientes con marcapasos u otros implantes electrónicos.
- Personas con trastornos de coagulación o enfermedades cardiovasculares severas.
Siempre debe realizarse bajo supervisión profesional y tras una valoración médica o estética personalizada.
Cavitación en casa: ¿funciona?
Hoy en día existen aparatos de cavitación domésticos, más económicos y accesibles. Aunque pueden ayudar a mejorar la circulación y favorecer un ligero drenaje, no alcanzan la potencia de los equipos profesionales, por lo que sus resultados son más limitados.
Si se busca un cambio visible y duradero, lo más recomendable es acudir a un centro especializado.
Cavitación vs. otros tratamientos reductores
- Cavitación: indicada para grasa localizada.
- Radiofrecuencia: más enfocada en la flacidez y la celulitis blanda.
- Criolipólisis: utiliza frío intenso para eliminar adipocitos, con resultados más duraderos.
- Liposucción: intervención quirúrgica más invasiva, con recuperación más larga pero resultados más inmediatos.
La elección depende de los objetivos del paciente y de la valoración profesional.