Carboxiterapia: qué es, cómo funciona y cuáles son sus beneficios
En los últimos años, la carboxiterapia se ha convertido en uno de los tratamientos más populares en medicina estética. Es demandada por quienes buscan mejorar el aspecto de su piel, combatir la celulitis, reducir la grasa localizada o incluso suavizar ojeras. Lo mejor de todo: se trata de una técnica mínimamente invasiva, segura y con resultados visibles en pocas sesiones.
Pero ¿qué es exactamente la carboxiterapia?, ¿cómo funciona y qué beneficios aporta? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué es la carboxiterapia?
La carboxiterapia es un tratamiento estético y médico que consiste en la aplicación subcutánea de dióxido de carbono (CO₂) mediante microinyecciones. Aunque pueda sonar sorprendente, el CO₂ es una sustancia natural en nuestro cuerpo (lo producimos al respirar y lo eliminamos al exhalar).
Al inyectarse en pequeñas cantidades y de forma controlada, el CO₂ actúa como un potente vasodilatador que mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, lo que rejuvenece y reafirma la piel.
¿Cómo funciona la carboxiterapia?
Cuando se introduce dióxido de carbono bajo la piel, el organismo lo detecta como un exceso y responde de inmediato:
- Aumenta la circulación local → los vasos sanguíneos se dilatan, lo que mejora la oxigenación y el aporte de nutrientes.
- Se activa el metabolismo celular → los tejidos trabajan más, quemando grasa localizada en la zona tratada.
- Estimulación de colágeno y elastina → la piel gana firmeza y elasticidad.
- Efecto lipolítico → ayuda a fragmentar las células grasas y facilita su eliminación natural.
El resultado es una piel más tersa, con menos celulitis y un contorno corporal más definido.
¿Para qué sirve la carboxiterapia?
La versatilidad de la carboxiterapia es uno de sus grandes atractivos. Se utiliza en múltiples ámbitos estéticos y médicos:
- Celulitis: mejora la microcirculación y rompe los nódulos de grasa, reduciendo el aspecto de “piel de naranja”.
- Grasa localizada: en abdomen, muslos, glúteos, brazos o papada.
- Flacidez cutánea: estimula la producción de colágeno para una piel más firme.
- Estrías y cicatrices: favorece la regeneración del tejido, mejorando su apariencia.
- Ojeras: reduce la pigmentación oscura y mejora la circulación en la zona periocular.
- Rejuvenecimiento facial: aporta luminosidad, mejora la textura y revitaliza la piel.
- Medicina vascular: se emplea en algunos casos para tratar problemas de circulación y úlceras.
Cómo es una sesión de carboxiterapia
Las sesiones son rápidas y apenas dolorosas. El procedimiento suele desarrollarse así:
- El especialista desinfecta la zona a tratar.
- Se aplica una cánula muy fina conectada a un equipo que regula la pureza y el flujo del CO₂.
- El gas se infiltra en el tejido subcutáneo mediante pequeñas inyecciones.
- El paciente puede notar una ligera presión o calor en la zona, que desaparece a los pocos minutos.
Cada sesión dura entre 15 y 30 minutos, dependiendo del área. Se suelen recomendar entre 6 y 12 sesiones para lograr resultados visibles y duraderos.
Beneficios de la carboxiterapia
- Resultados visibles en pocas sesiones.
- Mejora la circulación sanguínea y linfática.
- Reduce la celulitis y la grasa localizada.
- Favorece la regeneración del tejido cutáneo.
- Tratamiento seguro y mínimamente invasivo.
- Compatible con otros procedimientos (cavitación, radiofrecuencia, presoterapia).
Cuidados antes y después del tratamiento
- Antes: no requiere preparación especial, aunque se aconseja evitar cremas muy grasas o maquillaje en la zona.
- Después: puede aparecer un enrojecimiento leve o sensación de hinchazón temporal. Se recomienda hidratar bien la piel, beber agua y evitar ejercicio intenso o saunas durante 24 horas.
Contraindicaciones de la carboxiterapia
Aunque es un tratamiento seguro, no está indicado en algunos casos:
- Embarazo y lactancia.
- Personas con problemas cardíacos graves o hipertensión no controlada.
- Pacientes con insuficiencia respiratoria severa.
- Trastornos de coagulación.
- Infecciones activas en la zona a tratar.
Siempre es fundamental una valoración médica previa para asegurar la idoneidad del tratamiento.
Resultados de la carboxiterapia
Los resultados dependen de cada persona y del área tratada, pero en general:
- En tratamientos faciales: se observa una mejora de la luminosidad y firmeza desde las primeras sesiones.
- En celulitis y grasa localizada: los cambios suelen apreciarse tras 4–6 sesiones, con reducción del volumen y aspecto más uniforme de la piel.
- En ojeras: la mirada se ve más despejada y rejuvenecida tras unas pocas sesiones.
La carboxiterapia no es un tratamiento milagroso ni sustituye a hábitos saludables, pero sí es un complemento muy eficaz junto a dieta equilibrada y ejercicio.